Yo nunca había temido antes por mi vida ,
pero un día te conocí
y la di por ti.
Yo nunca antes le había prestado atención a mi corazón,
hasta que un día me abandonó para irse con vos
y me dejo un hueco vacío,un hueco vacío,profundo y negro
como un pozo de amargura,que sondea lágrimas y penas
plataforma petrolera,perdida en medio del Pacífico...
Yo siempre había tenido al afecto en standby o en diferido
pero un día mis sentimientos,hambrientos de ti eclosionaron,y se esparcieron
como un arco iris hacía tu regazo
Yo nunca antes había tenido problemas con la razón
pero fue el día en que te vi ,que este sentido se me atrofió
y desde entonces ando perdido entre avernos y precipicios
y me retropiezo y caigo abatido en el camino.
Pues Jesús se equivocaba,es cien veces más fácil perdonar al prójimo que perdonarse a uno mismo y pasar página.
Texto:El Hombre Percha
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