Pasaba yo por las calles y callejas de mi pueblo,cuando una muchacha,no importa que edad tendría,si era fea o guapa, o rubia o morena,importa el gesto;pues cogió y me regalo una sonrisa,jaja,así sin más por sorpresa,sin yo esperarmelo y se la devolví¡Si! porque me apetecía devolversela e incluso le hubiese dado un abrazo o le hubiese dicho que tengas un buen día o que esa sonrisa no se apague hasta llegada la noche cuando vayas a dormir y empieces un nuevo día,o algo así,sin pensarlo mucho...
Y pensando yo mucho,pensaba-¡Qué gesto de revolución!En un mundo como este,en el que nos encontramos con una espesa nube de amargura que cubre nuestras cabezas y nuestras vidas grises el darle un portazo al mundo con una sonrisa.¡Si señor!,¡Yo quiero ser como esa chica!Y ya hasta me hice un anuncio y todo.
Porque yo también estoy en paro,porque me encuentro perdido,porque no veo futuro,por las tardes que paso amargado en casa,porque me han cortado las alas y porque no veo la luz al final del túnel,quizás nos podamos ayudar los unos a los otros¿Cómo?Charlando,desahogándonos,aireando nuestras frustradas expectativas,en un grupo común,en el que cualquier persona sin importa edad,sexo,religión o procedencia pueda participar.Porque la crisis nos ha minado a todos el corazón,trabajemos de fontaneros de nuestros corazones para arreglar los desagües y chapuzas que han estancado nuestras vidas.
¿Cuándo?
Texto:El Hombre Percha
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