El Hombre Percha-Malestar de un Hominido

martes, 26 de junio de 2012

Entrevista a Clara Morán Calvo Sotelo (Heroica y Oviformia)

Como viene siendo habitual ,en la mayoría de las circunstancias pintorescas y variopintas que uno se encuentra por la vida,la historia a menudo es contada por los vencedores,quedando los hechos reducidos a una mera porción significativa que,por desgracia,no refleja la objetividad total que esta mereciese.Algo similar a estos cuatro párrafos introductorios debió de ocurrir con aquello que se vino a llamar "La Móvida Madrileña".Por ello,decidimos rescatar una historia que parece haber quedado en un segundo plano:La historia de Heroica y Oviformia,pioneros de aquello que vino a llamarse Tecno pop en los 80.Hablamos con Clara,una de sus protagonistas...
¿Te ha cambiado mucho la vida desde tu primera aparición musical hasta el día de hoy?
Pues,¡Ha cambiado muchísimo!¡Han pasado ya tres décadas de eso! Si no hubiera cambiado tanto yo como mi vida, supongo que sería un caso clarísimo de terapia psicológica… Pero, bromas aparte, en ese momento sí que supuso un cambio enorme en mi vida. Yo iba al cole, tenía mis amigos de clase y, de repente, entré en contacto con gente nueva, con un ambiente completamente nuevo y eso fue un punto de inflexión en mi vida. Me abrió las puertas a una existencia radicalmente nueva… mucho más excitante, distinta, una forma de vivir que quizás no encajaba del todo con mi vida diaria de colegiala, que chocaba algo con mi entorno familiar y que, desde luego, me dirigía hacia un futuro que quizás no había planificado ni siquiera yo…
¿El apellido Calvo Sotelo, es algo que a la larga te ha abierto puertas o te las ha cerrado?
El tema de los apellidos es algo complejo y creo que hay que tener cuidado tanto al mitificarlo como al quitarle toda la importancia. Hay que tener en cuenta que cuando Oviformia se subió al escenario por primera vez fue unos días después del 23F, que fue justamente la investidura de mi tío Leopoldo como presidente del gobierno. Poco después, en el 82, el PSOE ganó las elecciones y mi padre, Fernando Morán, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. Ambas situaciones atrajeron sobre mí una atención que yo no deseaba. Para mí, en ese momento, estar en un grupo era algo absolutamente personal;es decir,privado. Era demasiado joven para moverme por el interés, buscando el negocio. Tocábamos porque queríamos tocar, ya está. Yo no deseaba atención. Nunca he tenido madera de estrella, nunca me ha gustado llamar la atención, ni siquiera salir en fotos… Por educación, además, creo que soy una persona discreta, a la que los grandes alardes no le gustan. Quizás podría haber hecho caja con los apellidos, pero no me salía. Quizás podría haber sacado más provecho en muchas otras actividades profesionales, pero no he sabido o no he querido. ¿Pudo el respeto por la familia tener algo que ver? Es posible, porque lo tengo. Me siento muy orgullosa de mi gente, de venir de donde vengo. Con sus disparidades (incluso políticas), con sus complicaciones como todas las familias… Pero creo que eso de que “quien a los suyos se parece, honra merece”.
¿Qué admiras de Lucho?
Aparte de su capacidad como compositor, creo que lo que más admiro es su entrega, su capacidad casi obsesiva para vivir la música. Aunque he de reconocer que, durante la época que fuimos pareja, ¡Esto mismo se lo he criticado mucho! Pero, sobre todo, ha sido un padre estupendo para nuestros dos hijos y eso es lo que importa.
¿A qué te refieres con maripuri del tecno?
Esa fue una frase que dije durante una entrevista que me hicieron hace unos años para El País. El entrevistador era amigo y supongo que me solté y dije muchas chorradas. (El hecho de que la entrevista ha hiciéramos durante el aperitivo y me tomara dos vinitos también ayudó). En realidad me refería a que, cuando empezamos a tocar en los 80, justo en la época en la que fluía el caballo, nosotros éramos absolutamente “vírgenes” en el tema de la droga. Es posible que el hecho de que fuéramos un pelín más jóvenes que la gente de nuestro ambiente que ya andaba enganchada fuera determinante, o que tuviéramos amigos a los que veíamos mal y que nos preocupaban nos inculcara cierto miedo hacia, específicamente, la heroína. Eso, como es obvio, estaba tapado por una actitud muy tecno de no tomar drogas que considerábamos de hippies y colgados pero, en el fondo, yo creo que había un porcentaje muy alto de lo que he explicado antes…
¿Qué recuerdos tienes de tus años en Oviformia y Heroica?
Oviformia fue una experiencia maravillosa porque era completamente libre y, aunque no me guste mucho este calificativo, pura. Nos gustaba la electrónica, nos compramos unos sintes, un secuenciador y una caja de ritmos y nos pusimos a crear. Íbamos aprendiendo sobre la marcha, esforzándonos a medida que las circunstancias nos lo pedían pero no pensábamos en nada práctico. ¡Era pura creatividad! Heroica nació ya en la época en la que la industria discográfica explotaba, masticaba y digería aquello que había sido una manifestación creativa espontánea: La movida. Los códigos habían cambiado. Ahora había que pensar en el negocio, en el A&R de turno, en las exigencias de las multis, en los 40 Principales… La magia se había acabado, la realidad había hecho su triste aparición en nuestras vidas…
¿Cuáles eran tus influencias por aquel entonces?
Por un lado, las obvias de la “escuela británica”: Human League, John Foxx, Gary Numan, Heaven 17… Por otro, desde luego, la música alemana. Kraftwerk, cómo no, pero también tenía debilidad por Can. Bowie como gran influencia desde adolescente y el Transformer de Lou Reed como disco casi de cabecera; y escondida bajo la tiranía de la modernidad (que es muy dictatorial y excluyente), una profunda pasión por Pink Floyd. Dark Side of the Moon fue el primer vinilo que me compré yo solita y David Gilmour era mi ídolo de preadolescente. ¡Me parecía guapísimo y me vi Pink Floyd en Pompeya varias veces en el cine! Y gracias a un amigo que había nacido y vivido en NY, escuchaba mucho funky y disco: Chic, Earth Wind and Fire, Giorgio Moroder…
¿La música fue para ti una vía de escape?
Sí, desde luego. Pero lo fue antes de hacer música. Mi padre fue cónsul en Londres en los años 70. Salí de la España gris del tardofranquismo y aterricé en un mundo de color, de rock, de diversión… Cuando terminaba los deberes por las tardes, encendía la tele y veía a T- Rex, a Gary Glitter, a Queen en su momento más delirante, a Bowie... Salía a la calle y veía gente vestida con pantalones campana y plataformones, veía los carteles de los cines con las películas de Ken Russell, las revistas de música en los quioscos. Vivía, además, muy cerca de los míticos almacenes Biba, que eran el epicentro del hipismo más sofisticado y me encantaba que mi hermana mayor me llevara para husmear por ahí. Supongo que todo eso me trastornó un poco…
¿Con el tiempo has llegado a valorar la repercusión que tuvo tu trabajo como pioneros del tecno en los 80?
Claro, pero en su justa medida. Quizás no fuéramos unos virtuosos y estuviéramos verdes, pero nos subimos a un escenario para hacer lo que queríamos hacer en un momento en el que aparecer ante el público con sintes no era demasiado bien recibido. Creo que le echamos narices y que ése es justo nuestro mérito.
¿Crees que la vida ha sido justa contigo?
Tengo dos hijos maravillosos a los que adoro y una pareja que me quiere y me sobrelleva con paciencia (es un mérito, ¿eh?), y unos padres que están muy viejitos pero que son un 10, así que creo que no puedo quejarme. Pero, además, creo firmemente en esa frase de Oscar Wilde - “Hasta los 40, tu cara es responsabilidad de tus padres, luego es responsabilidad tuya” – pero aplicada a la vida. Asumir la responsabilidad de lo que te ocurre en la vida es la única manera de cambiar aquello que no ha salido bien. Pasarse eternamente en esa especie de purgatorio que es quedarse sentado pensando “la vida ha sido injusta conmigo” – y quien dice la vida puede decir la industria, o los medios o lo que sea – lo único que hace es inmovilizarte. Podría haber tenido más éxito, ganar más dinero, haber hecho una mejor carrera profesional… quizás. Pero no creo en achacárselo a nadie más que a mí misma. Y en términos generales creo que la vida es una carrera de fondo y que hay que currársela enterita.
¿A qué te dedicas en la actualidad?
Me he dedicado a las letras. Tanto escribiendo como periodista freelance en diversos medios como en el mundo editorial, trabajando como editora y traductora. En estos momentos me dedico a un proyecto maravilloso sobre consumo bueno y ético que se llama el conTÚmismo
Con la idea de crear un grupo de consumo/cultivo ecológico para el próximo otoño y muchos planes preciosos que esperamos poder llevar a cabo. También llevo la dirección editorial de una revista femenina on line que saldrá a la vuelta del verano y que se llamará Pump in Box.
¿Cómo recuerdas la aparición que hubo en la sala Marquee junto con Aviador Dro? 
¡La recuerdo casi de película! Fue un concierto que habíamos organizado junto con el Aviador y otros grupos bajo el concepto de “Simposium Tecno”. Nunca se volvió a repetir, pero la idea es que fuera así. Fue nuestro primer concierto y, de repente, todo el mundo se volcó con nosotros. ¡Toda la “élite” de la movida! ¡No nos lo podíamos ni creer! Pero, además de eso, fue una noche surrealista. Como comenté antes, ocurrió el 9 de marzo, quince días después del golpe de Tejero. Yo había mentido en casa y había dicho que me iba a estudiar a casa de una amiga. Justo después de las actuaciones, entró la policía a hacer una redada. Se llevaron, entre otros, a nuestro cantante Germán bajo la ley de vagos y maleantes. ¡Fue de coña! Acabaron yendo a rescatarle sus hermanas, Lucho, varios miembros de Aviador Dro vestidos con sus trajes anti-nucleares y el encargado del Marquee vestido de smoking a la comisaría de Cartagena. Vamos, ¡una escena digna de una peli de Almodóvar de aquella época!
¿Qué recuerdos tienes de tu época en Fangoria?
Nosotros nunca colaboramos con Dinarama. Ya entramos cuando eran Fangoria. Tocar en directo con ellos era tremendamente divertido y, además, una auténtica liberación comparado con cuando tocas en tu propio grupo. Te liberas de mucha responsabilidad y simplemente disfrutas de estar ahí. Además, Fangoria tiene un público tan entregado que da gusto estar ante él. Para mí fue una época de mucho disfrute. 
¿Qué grupos son los que llaman en ti una mayor atención en la actualidad?
En realidad creo que en los últimos años lo que he hecho ha sido revisar, volver hacia atrás y recorrer caminos musicales que no había recorrido por esa estúpida regulación que tiene la “modernidad” y que te prohíbe escuchar y disfrutar de cosas con las “etiquetas” equivocados. Sinceramente, nunca he entendido que uno salga de un mundo convencional porque está lleno de reglas para acabar en otro que, sencillamente, tiene otras, pero en la misma cantidad. Ser cool, moderno, post moderno, estar “in”, ser trendsetter… ¡tiene tantas reglas que me aburre soberanamente! Tengo que decir, además, que en estos nuevos caminos tiene mucho que ver mi actual pareja, Alfredo. Él viene de sonidos mucho más rockeros, ha hecho su camino musical con absoluta libertad, sin etiquetajes. Con él he aprendido a escuchar muchísimas cosas que antes me estaban vetadas. Es verdad que, al principio, me quejaba de los guitarreos y teníamos alguna que otra discusión pero de verdad que ha sido muy muy liberador y, sobre todo, muy enriquecedor.
¿Sigues yendo a conciertos?
Claro. Pero evito los maratones tipo festival. La verdad es que nunca me gustaron demasiado pero ahora me parecen un horror. Eso de tener una “agenda” tan apretada para algo que es un placer no me gusta nada. Es como si fueras a una feria de gastronomía y tuvieras que comer de todo en dos días. ¡Qué empacho! Me gustan los locales más pequeños, o incluso los conciertos en los que te sientas.
¿Qué te ha enseñado la vida?
¿Que da muchas vueltas? En serio, ¡qué pregunta más difícil! Pues supongo que me ha enseñado que lo importante es querer y que te quieran. Cuidar y que te cuiden. Valorar lo que realmente importa y descartar lo superfluo. Ser lo mejor posible, lo más honesto que puedas, defender tus valores… Vivir es un asunto complicado, mucho más de lo que imaginaba cuando era joven. Y en momentos como este, vivir es muy díficil. Mirar a tu alrededor y ver lo que está pasando, el fracaso de nuestro sistema de vida, un planeta al que estamos sacando las tripas como si fuera inagotable, gente buena y trabajadora en manos de especuladores, gobiernos vendidos al sistema financiero, políticos corruptos… desde luego es un traguito. Pero luego ves a la gente en las manis de 15M, personas muy diferentes mano a mano, o escuchas una canción de alguien que te conmueve, o ves un cuadro o una foto… y te das cuenta de que el ser humano puede ser maravilloso. O al menos, algunos seres humanos…
¿Te has sentido alguna vez dentro de tu familia como en tierra de nadie?
No. Cuando era más joven pude sentirme diferente. Pero era yo. Ellos nunca me hicieron sentir así. Siempre fueron familia. Y siempre lo serán. La familia es muy importante. Espero haber trasmitido eso a mis hijos.
¿Qué recuerdos tienes de Falsos Fantasmas?
Fue una época muy breve, duró un verano. Fue mi primera experiencia en un grupo y, aunque no hacía mucho, fue el preámbulo para arremangarme y realmente aprender a controlar los instrumentos para Oviformia.
¿Qué fue de Germán, y los dos Luises?
De Germán hace mucho que no sé nada y si lee esta entrevista le mando un beso fuerte. Espero que esté bien. De los Luises, supongo que os referís a Lucho, no sé quién es el otro Luis…
¿Cómo vivisteis la aparición en Estudio Abierto y en Locos por la Música?
Bueno, eso formó parte del frikerio de que yo llamara la atención por ser quién era y nos llevaran a programas donde no pegábamos nada. Y eso era muy divertido porque compartías programa con personajes tan dispares como Mari Trini o Pitita Ridruejo. ¡Un momentazo!
¿Cuál es tu tema favorito de Oviformia?
Supongo que Teletipo por haber sido el primero en llegar al público. Pero me encantaban también los temas mucho más experimentales como Afrika Korps en los que nos dejábamos llevar e improvisábamos.
¿De qué disco de Heroica te sientes más orgullosa?
De Big Bang Beat. Es un disco estupendo. Lo sigue siendo.
¿Qué hay de Big Toxic?
Bueno, Big ha sido un colaborador pero, sobre todo, un amigo de mucho tiempo. Es difícil que la parte personal no pueda con la profesional. Él sigue trabajando ahora con Lucho, aunque yo hace mucho tiempo que no le veo.
¿"Esto no es una broma" fue un homenaje a la injusta imagen que os dio la prensa de entonces, teniendo siempre en el punto de mira la familia de la que procedías?
Me encanta esta interpretación de la canción y, mirad, la voy a usar a partir de ahora. Pero tengo que ser sincera y decir que no, que no tiene nada que ver con eso.
Os ha repercutido a lo largo de vuestra carrera con Oviformia Sci el haber tocado con un retrato del Rey detrás en uno de los conciertos que disteis?¿Crees que la prensa fue justa con vosotros?
Otro frikerio más de la tontuna mediática. Tocábamos en un centro cultural oficial y la sala tenía una bandera y retrato del Rey por ese motivo. A la prensa se le dio por decir que teníamos una postura política. ¡Una chorrada mediática! Sencillamente, un titular. Pero ahora que llevo tanto tiempo dedicada al periodismo, la verdad es que lo perdono. ¡A veces cuesta tanto hacer un titular o una entradilla que entiendo que tiraran por la calle de en medio!
Una pregunta que jamás te hayan y te mueras de ganas por contestar...
¿Qué llevas en el bolso? ¿Cuál es tu rutina de belleza? La típica pregunta que le hacen a las celebrities o a las it-girls… No, en serio, no lo sé. Algo referido a la necesidad de salvar el planeta, supongo. Aunque, la verdad, que me hiciera yo una pregunta le quitaría toda la gracia a ser entrevistada.
Una pregunta que te gustaría hacer al entrevistador...
¿Cómo diablos se te ha ocurrido entrevistarme A MÍ?
Contestada por El Hombre Percha:Cuando te obsesiona la música,y en este caso un género en concreto,estas deseando acabar las clases o las tareas que tengas que hacer durante el día para escuchar nuevos grupos:Sobre todo aquellos que,en mi húmilde opinión,nunca tuvierón el reconocimiento que merecían por círcunstancias de la vida...O en el mejor de los casos,ese reconocimiento llegó cuándo el grupo ya desapareció,por desgracia...Entonces ,uno comienza a indagar sobre sus influencias,buscar información ...¡Y aún con todo esto,nunca tienes suficiente!... Me hubiese gustado vivir aquellos esos años de aquello que más tarde se vino a llamar Móvida Madrileña,lo que ocurre,es que por aquel entonces yo aún ni había gestado...La verdad,que ha sido un auténtico placer poder revivir contigo aquellos años a través de tu retina y espero que a los lectores les produzca la misma sensación que me has hecho sentir tu a mi.
Algo que se nos haya pasado por alto...
No, habéis sido muy exhaustivos. Ni de broma os criticaría nada.
¿A quién te gustaría que tuviésemos la oportunidad de entrevistar en nuestro Blog?
A Leonard Cohen. Pero entonces os pediría que me dejarais entrevistarle a mí para poder conocerle. A Nick Drake, a Elliot Smith, pero entonces tendría que utilizar la ouija…
Una pregunta que le harías al próximo invitado…
¿Qué lleva en el bolso? ¿Cuál es su rutina de belleza? Para que se sienta una it-girl o it-boy.
¿Puedes enviarnos un saludo?
Os envío más que un saludo, os envío un abrazo enorme. Me parece maravilloso que hagáis este blog y os lo curréis de esta manera. ¡Mi enhorabuena!



4 comentarios:

  1. Hola

    Es Clara Morán, no Calvo Sotelo... te has equivocado de político.

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    1. Es Clara Morán Calvo-Sotelo.Puse solo Clara Calvo Sotelo,pero en un periquete lo corrijo.Gracias por info facilitada y un fuerte abrazo :)

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  2. Ah, es cierto, es hija de Morán y sobrina de Calvo Sotelo.
    Un saludo

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    1. nada,un abrazo y muchas gracias por echarle un ojo a la entrevista ;)

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