El Hombre Percha-Malestar de un Hominido

viernes, 6 de febrero de 2015

El último año de mi vida-(Novela)-Parte 14-

Me gustaba darle al play a un cassette de;por ejemplo,John Coltrane, y empezar a mover el lápiz por todo el papel.Me gustaba esa sensación de no saber nunca lo que pasaría y todo comenzaba
con un trazo. Recuerdo que estuve varias tardes durante la Navidad pintando todo un rollo del manto de papel para mesas,que suelen utilizar bares y restaurantes para celebrar cumpleaños.
Teníamos uno guardado en el desván que estaba sin usar,aunque ya bastante consumido.Cada día dibujaba algo.Y al final acabo siendo una historia. Pues siempre dejaba trazos abiertos al final del papel
que me indicaban que debía continuar hilando de la misma forma al día siguiente. Al final conseguí hacer un campo, lleno de postes de tendido eléctrico en los que se posaban unos cuervos.
Los cuervos cada uno tenía una expresión distinta,dependiendo del día. A veces eran híbridos entre aves y otros animales,incluso buitres carroñeros.Pero estaban colocados de tal forma en las vallas del tendido
que de lejos parecían notas en un pentágrama .Que era la humareda que me dejaba llevar por la música en el aire del señor Coltrane. Y al final, el cuadro llego a desembocar en una especie de payaso  diabólico que se atragantaba con el hilado de las cuerdas del tendido eléctrico en una especie de nudo que enlazaba sus cuerdas vocales.Fue lo que salió y así lo deje.
No lo analizaba mucho.Si que oía cuando iba a sesiones con la psicóloga junto a mis padres que intentaban buscarle un significado, y supongo que algún significado tendría. Pero yo me negaba a dárselo.
-Es un dibujo, ya esta.No hay que darle más importancia.Si quisiera decir algo lo puedo decir con palabras ¿No?
Aunque con el paso del tiempo me di cuenta que eso no estaba tan claro. Y que muchas veces callaba.Callaba muchas cosas, y con los años le saldría moho a la hinchada esponja de mi corazón
Porque el tiempo,va devaluando los cuerpos,solo tenemos uno.Que es pura chatarra, como un vehículo,lo que importa es el motor,y por muchos kilómetros que lleves hay que cuidar la carrocería.
Mi padre comenzó,ahora que estaba más libre con las vacaciones de Navidad, a dedicarme más tiempo.Y prácticamente pasábamos los días en una habitación de estudios con mi gata Estrella, el a sus cosas y yo a las mías escuchando jazz y empapando la habitación con el humo de su pipa. Solo salíamos para comer e ir al baño. Añoro mucho el olor de esas paredes y ese ambiente neblino que se creaba entre minas de lápiz y carboncillo.
Por las noches antes de dormir dedicaba un tiempo a darme un masaje e incluso había alguna noche,rara vez,que podía dormir del tirón por e ir por otros senderos distinto al de las pesadillas. Era una sensación muy reconfortante cuando te levantabas después de haber descansado, sin darle vueltas a la cabeza, porque a veces importaba más la calidad que el tiempo que estuviese dando vueltas en la cama.
Para mi aquellos masajes suponían algo parecido a cuando rehaces una cama desecha, que tiene mantas espachurradas entre mantas y entre las mantas algún calcetín de alguna noche pasada,pero de forma corporal.Rehacer el cuerpo.
Durante las vacaciones a penas pisaba la calle.No quedaba como hacían ellos,a menudo, con los vecinos para jugar a fútbol.Prefería quedarme en aquella habitación entre el jazz y la niebla.
De vez en cuando los oía desde la calle gritar.Suponía que alguno de ellos habría marcado un gol.No me importaba demasiado seguía con mis asuntos.
Era difícil entablar una amistad, y es más complicado aún cuando te haces adulto.La amistad es que dos personas lleguen a formar un bonito paisaje a pesar de la erosión del tiempo.Por ejemplo,una costa gallega
es difícil.Tienes que tener empatía y paciencia.Ninguna de esas dos cualidades me abundaba en la niñez. Sin embargo, si que tenía una empatía empatica hacía determinadas situaciones anómalas en la conducta del pensamiento humano. Los días que visitaba a Ana y hacía espera me quedaba charlando con otros pacientes, sin saber que lo eran.
-Hola.¿Porque vienes aquí?
Mi madre solía darme con el codo para que me callase.
Siempre recibía una sonrisa,jamás me contestaron. Pensaba que vendrían a pasar el tiempo, cuando eres niños no te imaginas que la gente tenga problemas más graves que los tuyos.De esa falta de empatía o conciencia es de la que hablaba

Texto:El Hombre Percha
Próximo sábado:Nuevo capitulo .

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