El Hombre Percha-Malestar de un Hominido

viernes, 23 de enero de 2015

El último año de mi vida (Novela)-Parte 12-

Estoy en lo alto de un edificio,atado de pies y manos en una cama en posición de Morestin,la cabeza por encima de los pie.No toco el suelo
Mi medula espinal esta unida a un entramado de cables eléctricos puntiagudos y rígidos que me despegan del suelo, del que me encuentro a varios metros.Sufro una descarga,caigo al suelo. Me despierto,sin ser consciente aún de ello, en una planta ordenada igual que mi habitación intento salir de ella,noto como el cerebro manda la orden a mis piernas y mis manos para salir, momento en el que me doy cuenta de que no estoy soñando. Me despierto angustiado,como si alguien hubiese tirado
cable del ovillo de mis venas y con un mechero las prendiese fuego. Siempre el mismo hedor a lágrimas y sudor sobre la almohada.
Despiertas por la mañanas en un estado de semi inconsciencia y recures el camino hacía la escuela. Intentando espabilarte con cualquier cosa,buscando un estimulo.
Veo a María bajar de su portal decidida a emprender también el camino hacía el colegio. Se ilumina una sonrisa en mi cara,fue un amor platónico que tuve,ni siquiera llegue a saber
nunca como era porque apenas llegamos a compartir palabras pero eso era lo bonito, lo demás era mi mente la que se encargaba de darle una personalidad, un carácter, eramos niños
te enamoras del concepto del amor.Yo casi lo prefería a los amores fermentados de la adolescencia que veía en la puerta del colegio apurando un cigarrillo antes de entrar entre  besos de
cola cao y humo,cuando todavía la inocencia no ha sido enturbiada con el aguarras de la adultez.Me gustaban más los amores platónicos porque no tenía conciencia material,me conformaba con los sueños
como único fin.La recreación de ilusiones en lugar de la consecución de ellas como meta. Disfrutar más del recorrido del afluente de la imaginación que de su desembocadura.
Cada vez era más habitual que dibujase mis sueños en las clases de plástica,ya apenas me importaba.al principio si porque los dibujos eran muy específicos y una cosa que me molestaba muchísimo
es que había que dar explicación por todo a la profesora.Cuando pasaba por las mesas
-¿Porque has hecho esto?
-No se
-Como no lo vas a saber si lo has hecho tu
-Salió así, cogí el lápiz y salió eso
-¿Y que es?
-No lo se todavía
Claro que lo sabía,lo sabía perfectamente pero no me gustaba dar explicaciones y que las explicaciones se convirtiesen en chismorreos. Así que cada vez utilizaba una simbología más
abstracta para que no pudiera relacionar una cosa con otra.
Por aquel entonces mi padre cada semana traía del quiosco que estaba en frente de su trabajo una revista de jazz.Yo no sabía que era el jazz.Pero lo había estado oyendo en casa constantemente,simplemente
no le había prestado atención.Al igual que le cogía prestado el periódico para ver las tiras cómicas, hacía lo oportuno con la revista  y buscaba algo de interés porque no entendía nada. Me gustaba las fotos de los músicos portando instrumentos,cada cual más extraño. Yo sabía que con eso hacían música pero no sabía como salía y tampoco estaba mentalmente preparado para comprenderlo.Me parecían marcianos.Dentro de la revista había una sección de las listas de éxito. Mi padre tenía en su despacho una gran colección de cintas y vinillos que le acompañaban en su estudio por las tardes junto a las figuras que dibuja su pipa. Me encantaba ese olor
Comencé a buscar los nombres que aparecían en las listas  de la revista haber si encontraba alguna cinta de ellos.Ya que los vinillos los tenia prohibidos enredar con ellos,a no ser que le pidiera de forma expresa a mi padre- Ponme éste.Como a veces había ocurrido.Elegía el disco por la portada o por el libreto, me gustaban especialmente los que contenían recortes de periódicos,o las portadas dibujadas a mano. De entre las cintas encontré un nombre de una que aparecía en la revista Wes Montgomery-The Incredible Jazz Guitar of Wes Montgomery- La introduje en el equipo con ayuda de mi padre, no me gusto nada. No entendí nada, era una condensación de sonidos a los que no encontraba ninguna conexión entre ellos.
al rato le di al stop
-¿No te gusta?-Me dijo mi padre
-No.Me estoy mareando...
Y ahí quedo la cinta aparcada,muerta de risa.


Texto:El Hombre Percha
Próximo sábado:Nuevo capitulo .

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