Deja que sequen las goteras que pueblan el techo de tu corazón
recordemos un pasado que no ha existido,
que merezca la pena reconstruirlo
Deja que cesen los aullidos de tu alma
los arañazos del camino
cicatrizan en el mar del tiempo
Deja que sea mi mano la primera que en la mañana
corra la cortina de tu pelo para que entren por tus ojos
las luces del silencio
Deja que cohesione de forma accidental la masa de huesos y carne que nos cubre por dentro
Deja que el destino nos encuentre en las playas del olvido
Texto e imagen:El Hombre Percha
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