Tenía partes del cuerpo grapadas y heridas profundas lo cual me dificultaba mucho avanzar.Siempre amanecía lleno de sudor y con la garganta destemplada.
En el interior de la altiplanicie y una de las bocas de las dunas había un ascensor que llevaba a un hospital militar, en el que yo tenía que entrar para irme soltando las grapas con instrumental que iba encontrando en las plantas,y por supuesto,las plantas estaban controladas por los mismos hombres de negros que me iban a condenar.
A veces ni siquiera aguantaba el dolor infundado y me despertaba cuando estaba empleando pinzas para arrancarme grapas que me cubrían las piernas.No paraba de sangre y eso hacía que me desmayase y me levantase angustiado de golpe. Si todo iba normal,llegaría algún punto en el que sería descubierto por los hombres de negro, amordazado y escoltado hasta la última planta,donde me esperaba la silla eléctrica.Cuando me levanta lo hacía como si me hubiesen pegado mil cortes en los músculos.
Lo primero que hacía al levantarme,era ir a ver a Estrella,acariciarla me tranquilizaba,y me daba hasta pereza abandonarla cuando se quedaba ronroneando sobre su manta.Pensaba:
-Me podría quedar aquí también arropado en lugar de tener que ir al colegio a hacer lo mismo de siempre otra semana más.La verdad que las clases me parecían bastante rutinarias ,siempre teníamos el mismo horario y según avanzaba el curso ya ibas con la mente renegando los días que te gustaban de los que no, dependiendo de lo que hubiera claro.
A primera hora solíamos tener matemáticas,donde corregíamos los ejercicios que nos mandaban para casa. No me gustaba nada salir a la pizarra porque siempre tenía la sensación de que
en cualquier momento me iba a equivocar, o la profesora iba a venir por detrás y me iba a regañar por lo que estaba haciendo,y aún peor que regañarte por lo que estaba haciendo era que te preguntase por ello.Porque a primera hora de la mañana y tras haber dormido mal todavía tenía los ojos muy borrosos como para distinguir los nueves de los cuatro.
Lo peor que me podía pasar en estas situaciones era que me dijesen-¡Anda siéntate, que salga el siguiente!
Ya a veces incluso enmudecía ponía cara de no comprender nada y dejaba que saltase con esa frase para irme a mi pupitre y pensaba -No pasa nada,tu pasa los controles, con eso será suficiente.
Esto es una perdida de tiempo,para demostrar que has sido tu quién ha hecho los deberes en casa. Es redundar sobre lo que hiciste ayer.
Más o menos esa era mi dinámica a seguir en las clases,salvo en dibujo. Una vez acercándose la semana santa me montaron un buen pollo por dibujar un cristo negro.
No entendía nada.-Me decían Jesús era blanco, tenia la piel blanca.Eso es como un insulto y yo respondía.-¡No es verdad!Ayer ví una película y la gente en esa época tenía la piel oscura,muy oscura
y algunos sucia. Y me mandaba borrarlo
Así que decidí hacer los dibujos en blanco y negro,dedicarle el mayor tiempo a dibujarlo e intentar que quedase lo más realista posible fuera la que fuera lo que estuviera dibujando
y cuando pasaba por las mesas la profesora y iba viendo el trabajo de los alumnos ya coloreando el fondo del dibujo y veía el mio que aún estaba por colorear solía decirme
-Vas muy lento. A lo que yo le respondía- Es que me lleva tiempo hacer los detalles, si no los hiciera lo acabaría en un momento. Y dejaba los dibujos sin colorear.Además colorear empecé a verlo como envolver el regalo, algo que sin un buen regalo no tiene sentido envolver y lo utilizaba casi más para resaltar una parte del dibujo que para inyectar color en las figuras que había trazado con el lápiz
Texto:El Hombre Percha
Próximo sábado:Nuevo capitulo .
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